El bienestar de las aves es una preocupación creciente en diversas partes del mundo, especialmente en épocas festivas donde el uso de pirotecnia se incrementa. Estos animales, que son sensibles al ruido y a las vibraciones, se ven particularmente afectados por los estruendos de los fuegos artificiales. Para muchas especies, los ruidos intensos y repentinos pueden provocar una respuesta de pánico, alterando su comportamiento natural y comprometiendo su salud. La exposición al sonido fuerte puede generar un estrés extremo en las aves, alterando su sistema nervioso y provocando cambios en su ritmo cardiaco.
Las aves tienen un rango auditivo mucho más agudo que los humanos, lo que significa que son mucho más vulnerables al ruido producido por los fuegos artificiales. Este tipo de ruidos fuertes puede desencadenar una serie de efectos adversos, desde el estrés y la desorientación hasta lesiones físicas, como fracturas, por el vuelo errático y caídas desde alturas. En algunos casos, las aves pueden sufrir daños permanentes en su sistema auditivo, lo que afecta su capacidad para comunicarse y orientarse en su hábitat natural. Además, el miedo puede hacer que huyan rápidamente de sus nidos, lo que compromete la supervivencia de sus crías.
El impacto no se limita solo al momento en que los fuegos artificiales explotan, las aves también pueden verse afectadas por el impacto residual de la pirotecnia. Los productos químicos contenidos en los fuegos artificiales, como el azufre, el nitrato de potasio y otros compuestos tóxicos, pueden quedar dispersos en el ambiente, afectando la calidad del aire y el agua. La ingestión accidental de estas sustancias tóxicas, a través de los restos de pirotecnia, puede ser fatal para las aves y otros animales que habitan el ecosistema.
Numerosos estudios científicos han demostrado que las aves no sólo son sensibles a los ruidos generados por la pirotecnia, sino que también experimentan una disminución en su capacidad reproductiva. Las alteraciones en los patrones de comportamiento debido al estrés inducido por los ruidos pueden llevar a la disfunción en la búsqueda de pareja y la incubación de los huevos. Las aves también suelen abandonar sus nidos y áreas de alimentación durante las festividades, lo que aumenta la vulnerabilidad de sus poblaciones.
Ante estos efectos devastadores, se hace necesario un cambio en la manera en que celebramos nuestras festividades. Cada vez más países están promoviendo alternativas silenciosas y más amigables con el medio ambiente para conmemorar fechas especiales.
En Bird Argentina estamos comprometidos con el bienestar de las aves, las personas y otras especies. Por eso diseñamos el Eco Láser, un sistema de ahuyentamiento de plagas aviares amigable con el ambiente.
Trabaja con energía eléctrica, pudiéndose conectar a la red o con la posibilidad de utilizar energía de paneles solares.
A la hora de su instalación, se realiza previamente un exhaustivo análisis del espacio a cubrir, registrando y analizando la presencia de aves en factores como cantidad, hábitos y ubicación. El láser se programa y maneja mediante un software que permite el control a distancia.
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